¿De qué se trata?
21 Días de Renovación es un reto. La mayor parte de las personas que seguimos a Jesús tenemos malos hábitos que sabemos que nos dañan y queremos abandonar y a la misma vez, anhelamos crecer en comunión, en gozo, y en una relación íntima con nuestro creador.
Sin embargo, las disciplinas que necesitamos desarrollar para dejar atrás malos hábitos y adquirir aquellos buenos no es algo que nos llega naturalmente. De hecho, estas disciplinas no nos fueron imputadas cuando vinimos a Cristo. Al venir a Jesús, en un instante recibimos salvación y seguridad de vida eterna —fuimos justificados.
A partir de ese punto, comenzó en nosotros el proceso de santificación. En este proceso de crecimiento es que aprendemos a cómo disfrutar de todos los beneficios de la salvación, mientras vamos siendo conformados a SU imagen, “a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo Ef 4:13”.
Pablo describe este proceso de esta manera:
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2
¿Cómo lo vamos a hacer?
Durante 21 días yo le voy a entregar una lección con un concepto en video. Usted hará una lista privada de malos hábitos que usted quiere dejar atrás, así como una lista de nuevos hábitos que usted desea traer a su vida.
Estos es algo personal y privado. Las cosas que usted escriba en su lista son entre usted y Dios.
Usted sabe personalmente las cosas que estorban su vida, así como cambios saludables que usted sabe que necesita.
Ejemplos de malos hábitos: Un mal hábito puede ser cualquier cosa que interrumpa su crecimiento espiritual. Este puede ser un pecado habitual (algo que usted repite continuamente), una adicción, una mala costumbre, un vicio, etc…
Ejemplo de buenos hábitos: Leer la palabra de Dios diariamente, dedicar un tiempo diario para orar y meditar en su palabra, dedicar tiempo a estudio o lectura que le edifique, comer saludablemente, tener una vida más activa, mejorar su lenguaje y manera en que trata a otros, controlar su lengua, etc…
¿Por qué 21 días?
Al parecer la primera persona que habló sobre 21 días en nuestro tiempo fue el doctor Maxwell Maltz en su libro el cuál en 1960 fue todo un éxito. El se dio cuenta que sus pacientes tardaban 21 días para dejar de sentir la conocida “sensación fantasma” después de la amputación de una extremidad.
Muchos han escrito sobre el tiempo que toma para que una persona cambie su estilo de vida y muchos coinciden en este término de 21 días.
Daniel ayunó 21 días, y en su libro leemos de la oposición que tuvo el Ángel el cual dijo a Daniel: “el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días (Dan 10:13)”.
Aunque no tengamos toda la explicación, entendemos que nuestra carne se resiste al cambio, siempre que queramos hacer cosas que nos hagan crecer en el Señor.
Y sabemos que crear buenos hábitos necesita repetición y práctica. Yo creo también que la ayuda y solidaridad de otros que comparten nuestra lucha, es un apoyo importante para establecer nueva y saludables disciplinas.
¿Qué sigue?
Tome el reto conmigo. Sígame durante los próximos 21 días, y juntos caminemos esta jornada. Yo creo que tu vida y la mía, jamás serán igual.
¿Listo?
Tome estás dos acciones:
1- Suscríba su correo (debajo) para recibir el diario video de 3 minutos durante 21 días acompañado de una corta lección y su tarjeta diaria donde usted escribirá sus pensamientos y notas.
2- Hágalo público. Déjele saber a sus amigos que usted ha tomado el reto.
Dígales: Yo tomé el #reto21