Pensar que mi voz, mensaje u opinión carga algún tipo de influencia sería engañarme a mi mismo.
Sería pensar de mi mismo desmedidamente.
“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener… Romanos 12:3”
En un mundo de medios accesibles y redes sociales donde muchas voces hablan todo el tiempo, una voz individual es pasada por alto y se pierde fácilmente. Hay gran multitud de predicadores, ministros, evangelistas, apóstoles, profetas, motivadores, y buenos comunicadores hablando.
Tratar de competir por atención y espacio es algo que me robaría la paz.
Por eso he aprendido más bien a pasar más tiempo escuchando lo que otros dicen en lugar de hablar —siendo fiel hablando poco.
Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel… Lucas 19:17
¿Puedes oír lo que estoy diciendo?
¿Tuviste tiempo de leer esto?