La túnica de colores y por qué tus amigos te odian: Cómo sobrevivir los celos y actitudes tóxicas de tus contemporáneos cuando el favor del Padre está sobre ti.
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Quizá has luchado toda tu vida, te has preparado, has trabajado duro, te haz esforzado más que todas las personas que te rodean, y por años no has visto resultados.
A veces hasta quizá llegaste a pensar que la mediocridad era una condición predestinada —la mayor parte de las personas que conoces jamás escapan de los contornos y predicamentos de su niñez.
Pero, un día, cuando todos los que te han conocido desde siempre no pensabas que eras capaz… algo comenzó a suceder.
El esfuerzo de tu trabajo y sacrificio comenzó a dar frutos. Comenzaste por fin a ver dividendos. Estás agradecida (o) con Dios, porque sabes que sin su favor, esto no hubiera sido posible.
Estás alegre, te regocijas con agradecimiento. Por fin puedes dar mejor vida a tus seres queridos, desarrollar tus sueños y disfrutar de los beneficios que trae el sentimiento de ser una persona realizada.
Sin embargo. Ahora en esta nueva y más próspera etapa de tu vida, cuando quisieras que todos tus amigos y contemporáneos celebren contigo, te encuentras otra realidad… un nueva y cruda realidad.
En lugar de alegrarse contigo, ahora te das cuenta que para tus contemporáneos, tus bendiciones no son causa de celebración.
Ahora recibes su silencio. Frialdad. Intriga, y actitudes tóxicas.
Te preguntas “¿por qué actúan así?, yo pensaba que mis amigos y familiares se gozarían con mis victorias”.
A veces hasta pudieras llegar a sentirte culpable por tu éxito.
Te tengo buenas noticias, que en este día te pueden liberar completamente de los ataques de odios y celos de tus contemporáneos y familiares y guardar tu corazón de sus malas intensiones y dardos tóxicos.
Continúa leyendo y presta atención.
Primero te voy a dar la mala noticia y luego todo lo bueno que viene en este paquete.
La mala noticia es que tu no vas a poder hacer que tus contemporáneos acepten tu nueva realidad.
Con tu crecimiento, vienen todas estas cosas. Yo llamo a esto “los estragos de la abundancia”.
Aquí operan varios principios espirituales y te los voy a anumerar uno por uno.
1- La excelencia produce envidia.
El sabio Salomón dijo:
He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo… Eclesiastés 4:4
Así es. A aquellos que te vieron crecer y escogieron ellos quedarse donde siempre han estado, les cuesta mucho trabajo aceptar que tu hayas avanzado, te hayas superado y ahora estás mejor que antes. Esta condición en parte tiene que ver con la condición pecaminosa humana o depravación total (hablando en términos teólogos – ver Romanos 3: 10—12).
2- Siempre habrá alguien que no se goza contigo en tu fiesta.
Ahí tenemos a David. Un hombre a quien Dios sacó de la escasez. Con una niñez difícil, siendo pastor de ovejas en terreno peligroso y hostil, siendo desde joven atacado por fieras, no tomado en cuenta por su padre y despreciado por sus hermanos.
Sin embargo, un día Dios le dio favor, y después de haber sufrido durante su niñez y adolescencia, y perseguido durante años por el rey a quien él veía como un padre espiritual… legó por fin el día, cuando su realidad cambió.
David, que tenía un corazón agradecido (un hombre conforme al corazón de Dios) fue hecho rey y en su celebración de agradecimiento a Dios, cuando decidió alabarle y danzar en su presencia… alguien que debía estarse gozando con él, le veía con desprecio tóxico desde detrás de una ventana.
Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino… Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón. 2 Samuel 6:14,16
Mical era la hija de Saúl, primera mujer de David. Por su dote, David había arriesgado su vida cuando tuvo que matar por ella cien filisteos (2 Samuel 3:14).
Sin embargo, en el momento de promoción y elevación de David, su amargura no le permitía celebrar con él, y más bien le despreciaba.
De la misma manera que algunos de tus contemporáneos, gente que te conoció y a quienes posiblemente hiciste muchos favores en el pasado, ahora en el día de tu victoria, es posible que estén en tu fiesta pero secretamente te desprecian, y tu lo sabes.
No te aflijas. Aun cuando estas realidades son negativas, las mismas señalan a algo muy bueno y que debes saber.
3- La envidia y el desprecio de tus contemporáneos y aun familiares es señal que el favor del Padre está sobre ti.
José sufrió mucho. El odio que sus propios hermanos tenían contra él, hizo que lo echaran en una cisterna y lo vendieran como esclavo. Todo porque el favor de su padre estaba con él.
Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. Génesis 37:3
¿Le produjo esto dolor? Claro que sí. Cuando el favor del Padre está sobre ti, gente, aún parientes que te rodean no estarán contentos (recuerda el punto 1).
Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí; y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua. Génesis 37:23—24
José fue vendido por sus hermanos a unos ismaelitas por veinte piezas de plata (vea la sombra profética del Mesías) y terminó en Egipto, y sufrió mucho y aún estuvo en la cárcel, pero en todas estas cosas el favor de Dios siempre estaba con él, hasta el día en que el Faraón lo hizo primer ministro de toda la tierra de Egipto, lo cual era un imperio mundial.
Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!;[a] y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. Génesis 41:42—43
Ahora que ya sabes de que se trata y por qué personas actúan así, la pregunta es: ¿Qué vas a hacer para que esas actitudes tóxicas no te molesten?
Aquí te van unos consejos:
1- No les entregues tu tiempo.
Estar cerca de personas tóxicas es algo que envenena y daña.
Quizá tu digas: “Pero es que les amo y quiero que cambien”. Debo decirte que cambiarlos no es algo que está en tus manos.
Si son necios, no van a cambiar, no importa lo que hagas.
Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón, No se apartará de él su necedad. Prov 27:22
Si no son necios, y solo son personas dañadas, ora por ellos para que Dios les envía a alguien que les ayuda, pero no te expongas tu a ser herida(o) en el proceso de ayudarlos.
2- Protege tu corazón sobre todas las cosas.
Personas tóxicas, culpan a otros pos sus actitudes, pero la realidad es que tu no tienes la culpa por sus comportamientos.
Estate segura(a) de saber que tu no has hecho nada malo, y no permitas que se te internen emociones de culpa.
Tampoco guardes resentimientos. Recuerda que tu estás mejor que ellos. Más bien ten compasión cuando lleguen a tus pensamientos, y entrégalos a Dios.
Tu no puedes controlar las actitudes de otros, pero sí puedes controlar lo que permites que entre a tu corazón. Guarda to corazón, protegerlo.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. Prov 4:23
3- Déjalos en el pasado.
Reconoce que ahora estas personas pertenecen a tu pasado, y déjalos en el pasado.
Cuando Dios te da favor para entrar en tu nuevo futuro, recuerda que ese favor es para ti. No traigas personas del pasado a tu nueva realidad. Para empezar, ellos no entenderán, porque la promoción era solo para ti.
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Recuerda a Abraham, cuando Dios le dio la promesa de un nuevo futuro y una nueva tierra a donde debía ir y donde lo iba a bendecir grandemente y sería de bendición, la promesa era para él (Génesis 12:1).
Sin embargo, Abraham cometió el error de traerse a Lot con él.
Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él… Génesis 12:4
¿Cual fue el resultado?
Lot le produjo a Abraham muchos dolores de cabeza, aun división, llevándose con él toda la llanura verde (Génesis 13:14).
Lot era alguien que pertenecía al pasado de Abraham. La gente que pertenece a tu pasado suelen tener problemas aceptando que Dios tenga favor contigo.
Deja tu pasado en el pasado.
4- Abre espacio para nuevas relaciones
En el lugar donde tu estás ahora, ya hay gente que ha estado ahí por algún tiempo. Ellos no se sientes opacados cuando tu brillas porque ellos también están brillando.
Rodeate de gente que quiere tu bien. Gente que se alegra contigo cuando tu estás contenta(o).
Con quienes puedes hablar de cosas grandes sin que se sientan acomplejados.
Quienes también tienen grandes sueños y te inspiran y no se sienten intimidados por tu crecimiento.
Disfruta tu túnica de colores. El Padre la hizo para ti. Su favor está contigo.
Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor. Salmos 5:12