Si has sido libre de la necesidad del éxito y aclamación de otros para sentirte bien, entonces ya sabes que GRACIA te ha visitado.
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Es un comportamiento humano característico. Algo que por naturaleza buscamos. Queremos sentirnos bien de nosotros mismos. Todos queremos pensar que estamos bien. Es una búsqueda llena de ansiedad y miedo de la que solo la gracia de Dios te puede liberar.
Lo que sucede es que buscamos horizontalmente la paz interior y descanso mental que solo se puede encontrar verticalmente.
Buscando en otros tu sentido de bienestar interior es una perdida de tiempo.
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Nunca serás lo suficiente bueno, suficiente consistente para recibir regularmente el alago o aprobación que buscas de otros. En algún momento vas a fallar, vas a desilusionar a alguien, vas a tener un mal día. En algún punto dirás algo que no estás supuesto a decir.
Además, la gente a tu alrededor no está interesada en ser tu mesías personal. Ellos no quieren vivir con la responsabilidad de que tu identidad dependa de ellos.
Por otro lado, éxito no puede darte una paz duradera. Por el hecho que somos imperfectos, cualquier éxito obtenido, será tarde o temprano seguido por algún fallo o fracaso. El extasié del éxito tiene corta vida. Pronto estarás de nuevo en la búsqueda de un próximo éxito.
Por eso es que la realidad de que Jesús es tu justicia es tan preciosa.
Su gracia nos ha liberado de continuar tratando de probar nuestro valor
Entonces debemos cada día recordarnos a nosotros mismos de no andar buscando horizontalmente aquello que ya tenemos verticalmente.
El haber sido justificados en Cristo nos da paz, y esto produce reposo, tranquilidad mental.
“Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.” Isaías 32:17-18 RVR1960
“No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado; antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.” 2 Corintios 6:3-10 RVR1960
Te invito a caminar conmigo en esta jornada, aprendiendo a entender y recibir paz, de la manera que el Maestro lo diseñó para ti.
Periódicamente iré añadiendo escritos y notas a esta jornada. Si te suscribes aquí, estos te estarán llegando automáticamente a tu correo electrónico, de manera que no te pierdas ninguno de ellos (de paso, al suscribirte te regalo un libro).
A medidas que avanzamos en esta serie, estaremos aprendiendo lo siguiente:
- Cómo multiplicar paz en nuestras vidas.
- Cómo ser libres de culpabilidad y las malas memorias del pasado.
- Cómo eliminar el ruido y las distracciones que nos quitan paz.
- Cómo recibir el don de no condenación y experimentar paz interior.
- Cómo eliminar la ansiedad, el estrés y la intranquilidad.
- Cómo vivir en un ritmo de contentamiento y continuo gozo.
- Cómo la paz de Dios nos prepara para días buenos y elimina los temores del futuro.
Continúa leyendo los escritos añadidos a esta serie hasta el momento.