1- Si Dios te llamó, NO tienes que estar llamando a los amados pastores por teléfono para que te den un chance predicar en sus iglesias. Deja que Dios te promueva (ama y respeta el ministerio del Pastor, pero a la vez recuerda que el oficio de Evangelista aparece en la misma lista “Ef 4:11”).
La dádiva del hombre le ensancha el camino Y le lleva delante de los grandes. Proverbios 18:16
Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; Isaías 45:2
Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. Apocalipsis 3:8
2-Predica como que es la última vez que vas a cada lugar. Pues si quieres mantener esas puertas abiertas predicarás lo que el hombre quiere oír para que te inviten de vuelta.
Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Gálatas 1:10
no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; Efesios 6:6
3-No tendrás tarifa. NO pondrás precio a tu predicación. Vivirás por Fe.
Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 2 Timoteo 2:4
Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 1 Timoteo 6:9
4-Mantén los pies en tierra. No te creas los alagos. Tú eres barro y es el alfarero el que hace todas las cosas.
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 2 Corintios 4:7
Resumen: Estas cuatro columnas son medidas que te protegerán y te mantendrán firme en el llamado y honesto contigo mismo.
Yo he vivido por estas reglas ya por 30 años y no tengo duda de que todo lo que ha sucedido en el ministerio ha sido obra de Dios. A ÉL sea la gloria y la honra por siempre.
J.A.Pérez
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