“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados… Efesios 2:1”
Dios no esperó a que tu te portaras bien para entonces salvarte.
El te salvó sin que tu calificaras. No hiciste nada para merecerlo y NO puedes hacer nada para continuar recibiendo su favor.
La Gracia de Dios en nuestra vida consiste en RECIBIR y CONTINUAR RECIBIENDO lo que no merecemos.