La razón para asistir a la Iglesia NO es para ajustar nuestro comportamiento por medio de alteración de imagen o estima propia. Cristo nos transforma y nos apunta hacia la ‘medida de su imagen… (al varón perfecto)’, y quita nuestros ojos de nosotros (nuestros intereses) y nos apunta hacia las “cosas celestiales” mientras, en el proceso aprendemos a Admirar y Celebrar su obra perfecta completada en la Cruz…. MANTÉN LOS OJOS EN EL, (Autor y Consumador de nuestra FE).