“para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado Efesios 1:6”
Cuando invitamos a gente a venir a Cristo, especialmente nosotros Evangelistas, tenemos la mala costumbre de decirles “acepta a Cristo en tu corazón” como si el pecador tuviera el control y poder para “darle una oportunidad a Dios”. Como si Dios estuviera mendigando que le diésemos una oportunidad.
La verdad es que, es EL quien decide aceptarnos y esto es una decisión que comienza en Dios (no en nosotros).
EL es quien nos acepta, EL está en control.
Que tremendo que aun cuando no merecemos su aceptación, EL nos hizo aceptos.