Ejercicio del Alma (1 Corintios 9:24, Romanos 15:4): Nosotros ejercitamos nuestros cuerpos para aumentar fuerza y resistencia, promover la salud general, y evitar peso innecesario.
El tiempo devocional es como el ejercicio de nuestras almas. Desvía nuestra atención de las distracciones y búsquedas decadentes, y la dirige hacia los propósitos y promesas de Dios.