Jesús sana a un hombre que llevaba 38 años enfermo
Jesús fue a Jerusalén para las fiestas judías y, junto a la piscina de Betesda, sanó a un hombre que llevaba 38 años enfermo. La piscina era un lugar que la gente visitaba con la esperanza de sanarse de enfermedades pues un ángel descendía y otorgaba cualidades sanadoras a las aguas.
Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Jn 5:5-8
Puede ser que tu padecimiento sea por un tiempo ya extendido. No pierdas la esperanza. HOY, el Señor puede sanarte. Recibe su toque y se sano(a) en el nombre de Jesús. Amén.