Jesús sana a la mujer con flujo de sangre
(Mateo 9:20-22, Marcos 5:25-34, Lucas 8:43-48)
La mujer con flujo de sangre tocó el manto de Jesús y se sanó instantáneamente por su fe.
20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;
21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.
22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. Mateo 9:20-22
Con solo un toque de Jesús en tu vida, todas las circunstancias pueden cambiar.
En este día, permite que el maestro toque tu vida.
Gracias Dios por tu poder y compasión. En Cristo Jesús. Amén.