Números 21 versos 8 y 9 dicen:
“Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”.
La serpiente de bronce es tipo de Jesucristo en la cruz. Nuestra vista debe estar en Cristo no en nosotros, no en cómo nos sentimos, no en nuestras emociones, pero en el trabajo completo y perfeccionado de Cristo en la cruz.
El evangelio os objetivo, no subjetivo. El teólogo escocés Sinclair Ferguson indicó: “la orientación evangélica es interna y subjetiva, somos mucho mejores mirando hacia adentro que mirando hacia afuera”.
Escuche bien amado, en lugar de estar mirando pera adentro vamos a emplear nuestra energía admirando, explorando, exponiendo, y exaltando el trabajo completo de Jesucristo.