Amado Ministro: NUNCA hagas un veredicto…

Amado Ministro: NUNCA hagas un veredicto basándote en lo que “alguien dijo que oyó a alguien decir”. Antes de establecer que alguien está en error, te aconsejo te tomes el tiempo de escucharle.
“Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles. Gálatas 2:2”

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