Ayúdame si estoy en error.

Es el espíritu de religiosidad el que ha penetrado en la Iglesia el sentimiento de que “si no crees lo que yo creo, entonces no calificas para juntarte conmigo”.

De ahí, que si alguien es “percibido” estar en error en alguna doctrina, será excomulgado (por lo menos con acciones), y sacado del círculo como si tuviera lepra (en el primer siglo). A este se le negará aun la oportunidad de corregirse (si es que verdaderamente está en error), y esta no es una actitud cristiana. Religiosa sí, pero cristiana no.
Aquí van cuatro razonamientos:
1- ¿Cuan erudito es usted para juzgar quien está en error o no en cierta doctrina o dogma?
Note que dije “percibido” arriba, pues la mayor parte del tiempo que alguien piense diferente sobre un tema o convicción, no significa directamente que esté en error.
“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3”
2- La mayor parte de nosotros “los ministros” tenemos algún tipo de error en algún área doctrinal, por lo menos en áreas no esenciales, cuestiones de diferencias en costumbres, normas, denominación, etc…
Nadie posee absoluta verdad en cada convicción. Somos humanos con entendimiento limitado. La buena noticia es que si estamos en Cristo, estamos en la verdad, pues la verdad es una persona.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6”
3- Y si en verdad estoy en un error doctrinal… ¿No es acaso tu obligación amarme y ayudarme a salir de ese error?
“sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. Santiago 5:20”
4- La verdad debe ser preservada en conjunto. “La verdad en amor”.
Sí. Debemos ser celosos de la sana doctrina y cuidarla, pero esto debe suceder en el contexto de amor, paciencia y restauración, NO con un espíritu legalista.
“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, Efesios 4:15”
Consejo:
Si tienes problemas en cuanto a juntarte con alguien que piense diferente a ti, te hago una pregunta: ¿Con quién se juntaba Jesús?
“Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. Mateo 9:10”
Note que las personas que criticaban a Jesús por juntarse con pecadores eran los religiosos (fariseos).
“Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? Mateo 9:11”

“Para un fariseo, una regla es más importante que una persona”.

Jesús no habló bien de los fariseos, aunque estos eran percibidos como los únicos que tenían “la verdad”.
A estos que decían tener la verdad, llamó “hipócritas” (Mateo 15:7), “ciegos guías de ciegos” (Mateo 15:14), “sepulcros blanqueados” (Mateo 23:27).
Sin embargo, se sentó a la mesa con aquellos sin religión al punto de ser llamado “amigo de publicanos y de pecadores” (Mateo 11:19).
Resumen:
Puedes ser que yo tenga algún error doctrinal. Sabiendo que tu conoces la verdad mejor que yo… ¿Qué vas a hacer? ¿Me ayudarás a salir de mi error?, o te alejarás de mi y me echaras fuera de tu vida para que mi lepra no te contamine.
¿Que dices?

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