Es posible que has llegado aquí porque llenaste la reciente encuesta que te envié por correo electrónico. Si ese es el caso estás en el lugar correcto.
Si llegaste aquí por otra vía, sea las máquinas de búsqueda o referido por las redes sociales, y no has tomado la encuesta, me gustaría lo hiciera aquí. Solo entra tu correo electrónico e inmediatamente serás llevada(o) a la encuesta de solo 4 preguntas (solo toma 2 minutos).
Si ya llenaste la encuesta, gracias. Verdaderamente me ayuda saber cuales son los temas que más edifican a los lectores. Esto me dirigirá mejor en cuanto a lo que escribo en este blog, lo que toco en los videos y lecciones en la comunidad virtual ciudad renuevo y el los cursos de la plataforma virtual desarrollo red.
Te comparto algo que he tenido en mi corazón.
Años atrás, antes de dedicarme tiempo completo a la labor de misiones, festivales y trabajo humanitario de Latinoamérica, tuve la oportunidad junto a mi esposa e hijos de pastorear una congregación acá en San Diego, California. En el 2009 habiendo regresado de unas cruzadas que hice en Costa Rica, entendí que me era difícil llevar el trabajo del pastorado y los intensos viajes misioneros a la vez, por lo que decidimos después de mucha oración dejar el pastorado para dedicarnos completamente al trabajo misionero-evangelístico.
Han sido 10 años de grandes aventuras. Años fructíferos. Miles han venido al conocimiento del Evangelio en los proyectos que el Señor nos ha permitido llevar a cabo.
Sin embargo, en los últimos años he comenzado a extrañar el pastorado.
En los últimos meses, me he dado cuenta que de cierta forma sigo pastoreando. Aunque no pastoreo una congregación física, cientos se mantienen en contacto conmigo por medio de la plataforma virtual, algunos piden consejo, guianza, otros oración, y esto para mi es de cierta forma trabajo de pastorado.
A veces siento que estoy pastoreando a otros líderes, a otros pastores, evangelistas, conferencistas, etc… y esto ha traído un sentido vivo y responsabilidad a mi vida en lo que corresponde ayudar a otros.
Yo estoy seguro que la mayoría de los que leen esto y se alimentan espiritualmente en nuestra plataforma virtual, se están congregando en algún lugar y tienen pastores que les ayudan y les aconsejan, pero sin embargo, es posible que tu no tengas esa paternidad espiritual.
Quizá, te es difícil conseguir el consejo y la paternidad espiritual de alguien que camine contigo, ore contigo, y te nutra espiritualmente.
Si este es el caso. Quiero decirte que acá estoy para ayudarte en lo que sea posible.
Conéctate conmigo y háblame de tu necesidad espiritual, dudas en cuanto a tu llamado y ministerio, necesidades intimas de oración. Aquí estoy para servirte, sin juzgarte y ser parte de tu crecimiento como líder y parte de lo que Dios está haciendo en este último tiempo.
Déjame saber.
Te bendigo,
— JA Pérez
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