¿Cómo ser libre del Ministerio?
Aunque le parezca rara y aun ilógica mi pregunta, quiero decirle que el ministerio puede ser una terrible atadura.
De hecho, el ministerio (que supuestamente es: servir a Dios), puede afectar grandemente tu relación con Dios.
Aquí unas señales que el ministerio te está dañando.
1- Si las preocupaciones del ministerio de desvelan, este se ha convertido en una carga, está dañando tu salud.
2- Si todo tu tiempo es consumido por el ministerio y no te queda tiempo para orar, meditar en SU palabra, estudiar y caminar en íntima comunión con Dios, el ministerio está dañando tu vida espiritual.
3- Si estás haciendo proyectos (eventos, iniciativas) para Dios y esto te quita la paz, el ministerio te pudiera estar sacando de la voluntad de Dios.
4- Si sientes en tu corazón resentimientos, amargura, intranquilidad y hay ausencia de gozo en lo que haces, quizá sea necesario que te desconectes por el tiempo que sea necesario para re-conectar y reparar tu relación con Dios.
5- Que tu esposa (o) e hijos comiencen a darse cuenta que el ministerio es un rival que te separa de ellos para quienes ya no tienes tiempo. Tu familia está en riesgo.
La terrible consecuencia de no entender esto…
Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano. 1 Tesalonicenses 3:5
sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. 1 Cor 9:27
Si el ministerio se ha convertido en una atadura, en algo que te quita el gozo, la paz, y te trae continua preocupación y desgaste, mi consejo es que hagas una pausa, recapacita, estás a tiempo de ser libre.
Hay vida y salvación fuera del ministerio.
El ministerio NO es mi vida. Es algo que “hago” pero no es quien yo soy. Soy un hijo de Dios, quien me ama desde mucho antes que comenzara a servirle. SU amor es incondicional, independiente de lo que yo haga para Él.
Dime que lo recibes, si estas o no de acuerdo, y compártelo con alguien que sirve a Dios en cualquier nivel.
¡Bendiciones!
—JA