“…y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta. Colosenses 1:22” (NTV)
Una de las cosas que interrumpe a un creyente en tener comunión con Dios es la culpa. El sentimiento de culpa te hace que te de pena presentarte delante de Dios pues te hace sentir sucio, hipócrita e inmerecedor.
Sin embargo, Dios nos hizo “santos” (apartados para él y limpios) no por nuestros méritos (comportamiento), sino por los méritos de Cristo (su trabajo completado en la Cruz).
Con este conocimiento podemos establecer comunión con Dios, pues El nos ve sin ninguna falta… nos ve limpios. Gloria a Dios.