Este año NO seremos distraídos por pequeñeces (las piedritas del camino).
Nos mantendremos enfocados en las cosas importantes, principales y eternas. Nuestra mano se mantendrá en el arado, porque es esa tierra arada la que entregará gran cosecha.
Mantén el enfoque.
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Fil 3:13,14″