“Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí. 1 Crónicas 22:8″
David era un perfecto guerrero.
Cuando todo el pueblo de Israel estaba delante de Goliad, ningún hombre de guerra se atrevió a hacerle frente al gigante, más David, siendo aún muy joven lo enfrentó y venció delante de todo el pueblo. Y así fue siempre la vida de David, guerra tras guerra.
Sin embargo, Dios no le permitió edificar la visión.
Este es un mensaje para todos mis amigos guerreros (aquellos experimentados en la guerra espiritual). En tiempo de guerra NO se puede edificar nada.
Es más de Fe, entrar en el reposo y descansar de tus guerras. Entrar y permanecer en el reposo es más de Fe, pues tienes que creer que lo que Cristo conquistó ya por tí en la Cruz es suficiente.
“Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 1 Juan 3:8”
Pregunta. Si Cristo vino para deshacer las obras del diablo… ¿Habrá podido completar el propósito por el cual vino?
Tu ya tienes la victoria, el triunfo es tuyo, pero no es por lo que hayas logrado en tu guerra, sino por lo que Cristo ya logró por tí hace dos mil años.
Entra en el reposo HOY.
“Pero los que hemos creído entramos en el reposo… Hebreos 4:3“