Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.
Filipenses 2:21
Siempre me ha llamado mucho la atención —durante mis viajes en Latinoamérica— el interés en muchos pastores en que vaya yo a predicar en sus iglesias, pero luego no participan en el evento a nivel ciudad.
¿Por qué la exclusividad?
Me invitan diciendo: «Venga a bendecirnos a la iglesia el Domingo», pero luego ellos no están dispuestos a salir de las cuatro paredes y bendecir su propia ciudad.
¿Qué motiva a estos pastores a actuar así?
Pequeños reinos
Estos, están edificando para ellos mismos —no para el reino de Cristo.
A esto le llamo «Visión de embudo». Todo para acá, nada para allá. Lo cual después de haber meditado mucho en ello me lleva a una real y triste conclusión. No han entendido la gran comisión.
El Señor no nos envió a hacer adeptos
El Señor no nos envió a edificar organizaciones de control, donde el sometimiento y enumeración son las principales metas.
Usted escucha a estos hablar de su visión, y siempre está ligada a números. Ellos dicen: «Para el año que viene seremos ‘tantos’, o, nuestra meta este año es llegar a ‘tantos miembros’».
El concepto de «enviar» es extranjero a este tipo de ministros. Ellos edifican su propio reino y esto es totalmente contrario a la misión de la Iglesia como Cuerpo de Cristo.
¿De donde viene esta actitud?
Esto es estrictamente religión. ¡Fariseísmo! Una obvia exhibición del deseo de control.
El deseo de hacer adeptos es característica de un fariseo.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. Mateo 23:15
Para un fariseo religioso, el bienestar de las almas en su ciudad no es su primera prioridad. El crecimiento invertido lo es.
¿Qué es crecimiento invertido?
Crecer para dentro.
En esta filosofía de gobierno eclesiástico todo es para dentro.
- Todo el esfuerzo es para aumentar el número de miembros —no necesariamente de genuinos seguidores de Cristo.
- Todo el capital que se recoge va para dentro. Mejor edificio, mejores sillas, mejores pantallas. Lejos están los días cuando las iglesias enviaban misioneros y los sostenían en naciones pobres. Lejos están los días cuando las iglesias se hacían cargo de las viudas, los huérfanos y los pobres de su ciudad.
Mi agenda
Me tomó tiempo discernir esta actitud. Por años abría mi agenda a todo el que me invitaba. Tristemente, muchas veces fuí en Domingo y bendije a pastores locales que nunca participaron en nuestros eventos o proyectos evangelísticos —aún cuando cientos de nuevos creyentes terminaron congregándose en dichas iglesias al terminar el festival o la cruzada.
Esto ha cambiado en los últimos años.
El hermano Luis Palau —mi mentor— me enseño un buen principio. El siempre dijo “run with the runners”, que se traduciría «corre con los que corren».
Por eso desde hace un tiempo solo acepto invitaciones de pastores que participan en proyectos a nivel ciudad —pastores con visión de ciudad.
- Si usted, como pastor está interesado en el bienestar de su ciudad y las naciones, y el bien del reino de Cristo, podemos trabajar juntos.
- Si su interés es edificar su propio reino, incrementar su número de adeptos, no podemos trabajar juntos.
¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amós 3:3
Regresando a la misión de la Iglesia
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones… Mateo 28:19
Una iglesia de comisión, es una iglesia que está interesada en llamar, capacitar y enviar, no en acumular.
Un pastor con visión de embudo, prepara a sus adeptos para servir dentro de la iglesia, pero nunca los envía fuera.
De hecho, he visto a muchos jóvenes con la visión y el deseo de ir, mas sus pastores no les permiten salir. Más bien usted escucha la muy conocida frase: «Tienes que ser fiel en tu iglesia» o «Todavía no estas listo, siéntate, cállate y da el diezmo —yo te diré cuando estás listo».
Un verdadero ministro prepara a otros discípulos para enviarlos. El crecimiento es para afuera. Busca el bien del Cuerpo de Cristo en general, no de su propio reino.
El énfasis está en «IR». Note las tres primeras palabras del texto: «Por tanto, id».
¿Qué tipo de pastor es usted?
¿Es un pastor con visión de ciudad o visión de embudo?
¿Estás edificando Su reino o tu reino?
Libro Gratis
Manipulación: Apóstoles Modernos, la Cobertura y el Diezmo de Diezmos
Libro gratis.
Descargue el libro gratis y automáticamente le enviamos información sobre otros recursos y materiales para crecer en su vida espiritual.