“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 2 Corintios 4:7”
Somo un tesoro en sus manos. Dios nos ve como tesoro… y de mucho valor.
Sin embargo, ese tesoro está en vasos de barro… es decir somos vasijas frágiles… pero que Dios usa.
Te invito a no mirar el barro en las personas ( las imperfecciones, las fallas, etc…).
Miremos el tesoro en la gente… de la manera en que Dios los ve.