“Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. 1 Reyes 17:1”
Este es un tremendo milagro. Elías habla a los elementos. Interesante que no dijo: Por la palabra de Dios” sino “por mi palabra”.
Esto es un ejercicio profético de Fe.
En ocasiones tenemos que hablar el milagro. Tenemos que hablar conforme a lo que Dios dice sobre nuestra situación y no como nosotros nos sentimos, pues nuestras emociones pueden dictarnos algo muy contrario a lo que está escrito.
En este día te invito a “hablar” a tu situación. Di con tu boca y con Fe creyendo que esa palabra de Fe es honorada por Dios, (porque Dios honora Fe). Dile a esa montaña que se mueva. Habla a esa situación en tu matrimonio que se mueva. A esa lepra que se seque. A esa adicción que se seque. Y que la lluvia de su Espíritu venga sobre tu vida espiritual.
Padre Amado: En esta hora hablamos a (diga el nombre del problema, la enfermedad, etc.) _________________________, hablamos creyendo que se resuelve ya. Ordenamos a esa montaña que sea trasladada… En el nombre de Jesús. Amen.