Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.1 Reyes 18:41
De la misma manera que Elías pos su palabra y Fe pudo traer sequía y mostrar la oposición de Dios al falso “dios de las tormentas” Baal, en esta ocasión, el cielo se ha de abrir, de la misma manera que se había cerrado. Dios con poder sobrenatural ha de respaldar otra vez a su profeta. Hay estaciones en que Dios habla por medió de sequía (tendrás estaciones secas, donde vas a orar y tendrás la impresión que Dios no te oye), y hay estaciones de lluvia (donde Dios derrama sus bondades sobre tu vida, así como la frescura de su Espíritu). En ambas estaciones está Dios, tanto en la sequía como en la lluvia.
El es Dios y está en control de todas las estaciones. Que él te use con poder en cualquiera que sea la estación.
Señor úsame como Elías, para hacer tu voluntad y declarar tu mensaje en cualquiera que sea la estación. Trae lluvia de dones y refrescamiento para todo aquel que oye lo que tu siervo o sierva tiene que decir. En Cristo Jesús. Amen.