La muerte del ego
Cuando alguien dice “me humillaron”, lo que está diciendo es ” me lastimaron el ego.
Nadie te puede humillar si tu primero ya te humillaste a ti mismo. Nadie puede lastimar tu ego, si tu habías matado ya ese ego.
A Jesús lo mataron (él puso su vida), sin embargo, nunca lo pudieron humillar, porque ya él se había humillado a sí mismo.
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:8 RV60
Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. Mateo 23:12 RV60
El ego levanta las expectaciones, y toma los errores de otros de una manera personal.
Cuando tu te crees mucho de ti mismo, automáticamente esperas un respeto de otros. También esperas que el mundo a tu alrededor produzca los resultados que tu esperas. Esperas ser tomado en cuenta y respetado. Cuando estas cosas no suceden, si alguien te ignora, o no hacen mención de ti o te acreditan tus logros correctamente, te sentirás ofendido. Estos son sentimientos que quitan paz y producen conflictos internos.
Pablo dice:
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3 RV60
Si logras matar tu ego (humillarte a ti mismo), entonces nadie jamás te podrá humillar. No habrá ego que puedan lastimar, pues ya no estará ahí.
Si logras matar tu ego, vivirás libre. Tu espíritu estará en reposo.
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