“Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Génesis 32:24”
De nuevo a la aventura. Esta vez Peter Hamor ha logrado llegar a la cima de la majestuosa montaña K2. En esta expedición iba acompañado de otros dos montaneros, pero solo él logró llegar a la cima… solo. Pocos llegan a la cima del pico de 28,251 pies de altura, el cual ha cobrado la vida de más de 80 personas hasta hoy.
Es una victoria agridulce, pues estar en la cima, cuentan que es una experiencia sin igual, sin embargo queda el dolor de todos los que han quedado en el camino.
Así es en el servicio a Dios. Llegar a la cima… al lugar donde puedes decir: “Estoy viviendo mi sueño” es una gran experiencia, sin embargo, la cima suele ser un lugar solitario.
Hay mucha aves volando sobre los jardines, los cuervos y los gorriones andan en grupos… sin embargo el águila vuela en las alturas, pero vuela sola. Jamás cambiaras la posición de águila en que Dios te ha puesto para regresar a volar con los hermosos gorriones, sin embargo, con la bendición de ser águila viene la responsabilidad de tener que volar bastante tiempo solo, y esto mi amigo(a) es algo que toma carácter.