“El látigo para el caballo, el cabestro para el asno, Y la vara para la espalda del necio. Proverbios 26:3”
¿Ha oído usted el dicho: “Los Golpes Enseñan”?
Quizá sería más fácil aprender del consejo de otros, pero lastimosamente como seres humanos falibles, a veces la vara es necesaria.
No te quejes cuando eres golpeado y no preguntes por qué me sucede esto a mi. Más bien, aprende y pregúntate cual fue la causa. En ocasiones la vara es algo que nos habíamos ganado y hasta que no aprendamos ésta seguirá visitando nuestras espaldas.